[Leer y escribir después de los libros]
Vannevar Bush explicaba en 1945 en As We May Think que nuestra manera natural de pensar, de considerar un asunto, es por asociación. Captamos conexiones entre las cosas y nuestros pensamientos toman la forma de redes. Esa es la idea original que hay detrás del WWW: que los elementos de información estan vinculados de diversos modos no secuenciales, y que los ordenadores podrían ayudarnos a seguir esos vínculos.
Pero las tecnologías tradicionales de la escritura y el papel impreso han impuesto modelos narrativos secuenciales. Poner los pensamientos por escrito ha consistido en ceñirlos a un hilo único, con pequeñas escapatorias momentáneas y precarias: paréntesis, notas al pie, etc. Eso es lo que hemos aprendido al aprender a escribir, y eso es lo que hay que desaprender al escribir hipertextos. Lo que hace falta es un esfuerzo para plasmar mediante enlaces y redes de textos las conexiones entre las cosas. Existen principios básicos, como los delineados por Tim Berners-Lee en su Style Guide for online hypertext.
Es comprensible que no todo lo que hay en el WWW en este momento de transición entre dos culturas sean verdaderos hipertextos. Aún así, con un poco de cuidado se pueden escoger buenos modelos. HotWired o CNN Interactive son publicaciones pensadas para el WWW, y no meros derivados del papel. Los textos se conectan unos con otros, e incluso es posible rastrear todo tipo de vínculos más lejanos por medio de bases de datos. Son, al menos, sugerentes anticipos de las publicaciones del futuro.
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